La gestión de conflictos y la mediación está emergiendo sobre otras alternativas de resolución de conflictos en una época de cambios y dificultades sociales donde los expertos en esta materia defendemos una visión más pacífica dentro de la cultura del acuerdo.
Los conflictos pueden ser atendidos desde distintos enfoques, el nuestro es más psicosocial que jurídico, puesto que si el conflicto se maneja de manera adecuada, puede convertirse en una experiencia positiva para aprender nuevas situaciones que se transforman en oportunidades para todas las partes.
La Mediación aparece como un proceso extrajudicial confidencial, una “negociación asistida” donde el mediador imparcial, al que recurren las partes enfrentadas en un conflicto, ayuda a restablecer el dialogo y la comunicación para que los ciudadanos puedan llegar por si mismos a la solución del conflicto.
El papel del mediador es de guía, facilitador que prepara el espacio a las partes en conflicto para que fluya el dialogo y el entendimiento pudiendo desarrollarse en un clima ameno, respetuoso y sin enfrentamiento, de este modo los acuedos finales son propuestos y aceptados por ellos mismos legitimando todo el proceso.